Lo irónico de esta complicidad es que ese día estábamos en Plaza Loreto en el Distrito Federal, cuando yo dije te seguiré hasta el fin del mundo, cumplí con mi fechoría....esa vez recuerdo que me insiste... tanto de mi viaje, que lo veía como algo muy lejano... quién fuera a pensar que en Diciembre me decidiera a tomar ese avión solo para ir en busca de algo más que un sueño... una realidad que deseaba que se concretase, un día antes de partir me llamaste a Monterrey, consejos de última hora fueron los más acertados, NO quería hablar con nadie más que contigo, a veces la ayuda llega donde menos la esperas encontrar.... siempre he sido de la idea de que lo que comparto con la gente es calidad de tiempo, no cantidad, últimamente estoy tratando de encontrar ese camino donde se me enseñe a vivir... y poco a poco estoy aprendiendo a hacerlo, entre esas personas que NUNCA me cuestionan mis actitudes estas TU... nunca me has juzgado, opinas lo preciso, lo exacto y llegas a veces tarde, pero llegas... das tu tiempo en su justa medida, me enseñaste a volar cuando le tenía pánico a las alturas, aún se lo sigo teniendo pero se que si me caigo... es cuestión de levantarse y es porque me has regalado el privilegio de contar con tu apoyo, ¿qué más puedo pedir?, ayer me diste de regalo 2 angeles en tal momento y estar a lado de EL, es el mejor regalo celestial que se me pudo haber dado en este tiempo porque das...tanto de ti a quienes somos tus más fieles confidentes, complices y molestosos amigos....

Te queremos si te queremos mucho...
Victor y Martha!!!