viernes, julio 16, 2010

Hace unos días fui a Zacatecas, cada calle que caminaba, me recordaba cuantas veces la recorrí en solitario, aquellas veces en que pasaba por el mercado Gonzalez Ortega o inclusive cuando mi camino era directo a los portales después de tener mi receso por las clases de frances, también recordé cuando por esas calles me dedicaba a caminar solo para ver pasar a la gente y ver que prisa llevaban por llegar a un determinado lugar, cada vez que volteaba a las calles me hacían acordarme de aquellas veces en que la noche estaba presente, las veces en que mis amigos de Torreón me visitaron, las veces en que caminabamos tanto que esas calles eran tan tranquilas donde podíamos andar hasta altas horas de la noche y decíamos tantas tonterías como aquella vez con Cris y Blanca, esos días que recorrí por milesima vez la ciudad no me importo en absoluto, inclusive hasta el mezcal que me tome con ellas no me afecto en lo más minimo, bromas al por mayor, brindis por tantas cosas y tantos afectos que dejamos por ahí regados en nuestro andar, recorde que pude haber destrozado mi ser en todos esos rincones de aquella pintoresca ciudad, quizá solo me sirve atinar a recordar lo que cada edificio donde se quedaron impregnados de una resaca de nostalgia invadida en todo mi ser, hoy me acorde de mis buenos amigos Miguel y Violeta que cuando estoy en su casa, con un exquisito café, una madrugada fría, una desvelada exquisita, se pueden lograr sacar una sonrisa que no parece aparecer nunca, el hecho de desconectarme cuando estoy con ellos, me hace sentir que puedo jugar a ser un extraño personaje de su playstation, donde solo nos importa hacer de ese día un encuentro unico donde solo con ellos pudiera sentir eso que Zacatecas no me pertenece más a mis recuerdos pasajeros, uno no sabe lo que quiere, hasta que te enfrentas con ese sentir que te sacude el hecho de ver que son miserias por las cuales uno esta perdiendo ese deseo de sentir ese sazón por existir bien me dijo Violeta, tuvieron que pasar mas de 8 horas para poder hacer explotar lo que tanto me duele en el pecho guardar... quizá ese café que me preparo me sirvio para poder armar esas piezas de este rompecabezas que todavía no termino de armar...

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