miércoles, febrero 03, 2010

He querido elegir historias, quizá no encuentro las adecuadas o peor aún estoy en un proceso en que quisiera ser más que una historia reflejada en letras, desde que tuve que matar esa parte de mi sin yo realmente quererlo, he tenido que comprender lo que son las letras combinadas con emociones que no pasan a ser solo eso, emociones que traspasaron mis colapsadas e inquietantes sensaciones, he tenido días en que no cesa de dolerme la cabeza, pero son dolores que me dan ya sea muy temprano en la mañana o ya muy noche, me he estado tomando las medicinas necesarias para cubrir ese dolor que no es más que tensional y lo atribuyo a eso, que no me he sentido como en mis mejores días, es como sentir ese huequito que no te acaba de convencer porque tenerlo, si tengo mal que bien personas interesantes junto a mi, pero lo confieso, me hubiese gustado que algún amigo tipo Alejandro Robles o David al menos dieran un atinado comentario, ayer simplemente del dolor tan fuerte de cabeza que tenía me puse a llorar, llevo días en que siento que la cabeza me va a explotar, sinceramente desearía no sentir este tipo de situaciones, pero es que asumamoslo, es mas que nada inquietudes que me cargo, que quiero resolver en un instante todo y no es del todo posible, matar toda preocupación que yo internamente tengo.

Al menos siento un respiro al saber que me reunire con mis primos aquí en Monterrey, volveré a ver a uno que tengo mucho tiempo sin ver, solo se... que iremos a ver a mi abuelo... y almenos compartiré inolvidables días aunque sean pocos... con ellos.

2 comentarios:

Conciencia Personal dijo...

Querida, me puse al corriente leyendo cada post, dispuesta a trabajar en el proyecto, sucede he tenido muchas salidas, pero aquí estoy. Creo un buen remedio sería, que te enamorarás nuevamente, pero de otro chico...

Un abrazo lleno de afecto, Monique.

Anónimo dijo...

A veces tenemos esos dolores físicos que, por extraño que parezca, se ven desencadenados por una situación interna de carácter tensional (me ha pasado con mi dentadura en las últimas semanas).

Nadie desearía pasar por eso, ciertamente...pero, si no lo hiciéramos, no sabríamos apreciar lo bueno en plenitud. Con esperanza y convicción, de a poco se van despejando las barreras.

Lo bueno es que tuviste esa actividad familiar que, sin duda, te alivianó la carga. Saludos afectuosos, de corazón.