El es el hombre con quien aprendí lo que es realmente amar intensamente, el me lo enseño con solo 1 mes de convivencia diaria.
Con simples y significativos detalles hizo que me sintiera suya cuando yo nunca había pertenecido a alguien más.
Me robo la calma con su bella sonrisa, me devolvió la FE cuando esta ya estaba extinguida, me hizo ver el cielo más azul cuando solo veía puros nubarrones negros en mi mundo.
Es maduro a su edad, parece un hombre más grande por su carácter y su forma de ver la vida, pero dentro de el habita un niño que desea amar y ser correspondido del mismo modo.
El habita en mi como yo se que habito en el, el solo sabe ser sin necesidad de poses, le gusta ser franco, sincero y real, no le gusta mentir, sabe que un mundo nos pertenece, nos espera, se que con el, el sol brilla de un modo distinto, mi sueño de estar con EL pronto será una realidad y no solo un plan hecho en el momento.
El da todo por ser autentico, el tiene una esencia de un hombre que se quedo en los 50's por su trato, pero es un hombre moderno que vino a transformar mi PRESENTE para hacerlo SUYO.
El nunca dice "mio" "mi" siempre dice "nuestro" "nosotrOS".
Siempre quise creer en que en el encontraría lo que siempre quise encontrar en una persona y eso fue un hombre que sepa serlo sin tener que presumir que lo es, un hombre que a la distancia me respeta, que sabe lo que valgo para el y me lo demuestra sin que yo se lo diga, el sabe estacionarse en mi tiempo y hacerlo suyo nada más.
El sabe lo que nos espera, el espera aunque a veces la agonía termine por inquietarlo, pero sabemos que el terroncito de FE que tenemos es lo que nos mantiene VIVOS.
El me recuerda que ese viaje a Cuba fue y seguirá siendo lo mejor que pudiera haberme pasado, que si lo extraño eso no es suficiente para expresarle cuanto lo necesito.
Yo lo amo, se que el me ama, pero se que nuestro amor es mas que lo que sentimos el uno por el otro, cuando sonríe verle ese brillo único en sus ojos es lo que necesitaba para que encendiera el fuego que habita en mi ser.
Somos afines en cosas tan simples como emocionarnos con un buen partido de beisball o inclusive una canción nos puede hacer bailar cuando a ninguno de los 2 le gusta... nos quedamos parados y nos abrazamos en silencio, tenemos nuestras canciones y las sabemos interpretar en silencio.
Cuando pronuncia o susurra mi nombre es lo que me roba un ligero escalofrió que habita en todo mi cuerpo.
Solo el puede representar esos pasos lentos que necesitaba recorrer junto a alguien que quisiera caminar sin prisas de tiempo ni de vuelo.
El es el que le da a mis días el sabor azucarao de todas mis mañanas, el que con su sabor cubano da sazón a mi vida, el es "mango" que me quiero comer y el es el arquitecto y diseñador de mis proyectos para poder construir un mundo nuevo que ya quiero empezar a diseñar con el "autocad" y retocar las imágenes de nuestros días en "photoshop"

*Mango= Muchacho guapo en Cuba*